20 de julio de 2016

EL SATÉLITE

Giranto era un satélite y, como todos los satélites, giraba y giraba alrededor de su planeta sin mayor preocupación.
Cierto día sintió una fuerte atracción. Giranto no resistió, se dejó llevar y fue a parar a la órbita de otro planeta. Como Giranto nunca oponía resistencia, iba siguiendo la estela de todos los planetas. Al fin y al cabo, Giranto era un satélite, y girar y girar, su misión. A él que más le daba.
Giranto aún sigue girando y girando. El satélite ignora que no todos los planetas son iguales y que hay planetas buenos y planetas malos. O como dijo un afamado astrónomo: «siempre hay que seguir la estela del mejor astro».
¿Encontrará Giranto algún día su planeta?
 
 
  • REFLEXIÓN: En la vida no todo da lo mismo, hay que saber escoger un camino, aquél que te ayuda a seguir mejor tu vocación o misión. No te dejes llevar por cualquiera que aparezca en tu vida.