Una oveja descubrió un agujero en la cerca y se escabulló a través de él. Estaba feliz de haber escapado por fin. Anduvo errando mucho tiempo y acabó desorientándose.
Entonces se dio cuenta que estaba siendo observada y perseguida por un lobo. Echó a correr y a correr... pero el lobo seguía persiguiéndola. Hasta que llegó el pastor y la rescató, salvándola y conduciéndola de nuevo, con todo cariño, al redil.
Y a pesar de que todo el mundo le instaba a lo contrario, el pastor se negó a reparar el agujero de la cerca.
- REFLEXIÓN: Cada uno tenemos que descubrir por nosotros mismos nuestros errores. Nadie puede andar el camino por nosotros, debemos descubrirlo nosotros, con sus buenos tramos y con sus obstáculos. Y así ir aprendiendo de los errores, de aquellas cosas que nos producen daño o sufrimiento, para en lo sucesivo y en la medida de lo posible, intentar evitar dichas circunstancias o situaciones.