27 de noviembre de 2015

LAS ÚLTIMAS MALETAS

—Niños, ¿os falta todavía mucho? Nosotros vamos metiendo ya las cosas en el coche.
—¡Dejad espacio para las maletas que faltan!
—¡Cómo! ¿Todavía faltan más? Y entonces, ¿de quién son estas dos maletas que están aquí al lado de la puerta?
—Esas maletas también son nuestras, las hemos bajado antes. Pero aún nos hace falta llevar algo más.
—Pero, ¿a dónde pensáis que vais? ¡Si sólo salimos para quince días! ¿Qué más tenéis que llevaros?
—Aún no hemos bajado nuestra ropa.
—Y entonces, ¿qué hay en estas maletas?
—En una están nuestros ositos de peluche y en la otra van nuestras películas y libros favoritos.
—¿Os dais cuenta de que no podemos viajar con todo eso? No vamos a tener sitio en el coche ¡Y aún os falta la ropa, que es lo más importante! Las dos maletas que ya habéis bajado se van a quedar aquí, no nos las llevaremos.
—¿Ah, no? Pues sin nuestros ositos de peluche no nos vamos.
—Tenéis que elegir, todo no cabe en el coche. Y desde luego, a nosotros nos parece más importante que llevéis la ropa y que dejéis aquí los peluches.
—Pues a nosotros no ¿Cómo vamos a dejar a los ositos solos en esta casa vacía? Tendrán miedo.
—Pero como son muchos se harán compañía. Además, en el viaje se van a aburrir porque vamos lejos y hace calor, y a los osos no les gusta el calor. Lo mejor es que elijáis a uno de ellos para que a la vuelta les cuente a los otros lo que ha visto.
—Bueno, pero que podamos llevarnos al osito más grande.
—De acuerdo. Y como estaréis todo el día de paseo con el osito para que lo vea todo, las películas y libros sobran. ¡Ya vais a ver qué paisajes tan bonitos vamos a conocer!
—Bueno, si es así...
—Ya subo yo para ayudaros a hacer la maleta que os falta, porque si no me temo que vais a meter también los abrigos de invierno...
 
  • REFLEXIÓN: En la vida hay que saber priorizar, saber qué es lo que consideramos más importante llevar en nuestro interior para ofrecérselo a los demás. Debemos evaluar lo vivido de vez en cuando y reflexionar sobre lo que hemos podido meter en nuestra personal “maleta” de vivencias.

11 de noviembre de 2015

LA DISCUSIÓN

En el bosque habitaban el rey de los cuervos y el rey de los búhos, cada uno con su respectiva legión de cuervos y búhos. Siempre habían compartido la paz del bosque, pero cierto día los dos reyes se encontraron y empezaron a intercambiar impresiones. El rey de los cuervos preguntó:
—¿Por qué tú y tu legión de búhos trabajáis por la noche?
El búho, sorprendido, replicó:
—Sois vosotros los que trabajáis por la noche. Nosotros lo hacemos de día. Así que no mientas.
Y los dos reyes se enzarzaron en una discusión, convencidos ambos de que trabajaban de día. La discusión adquirió tal carácter de violencia, que la legión de cuervos y la de búhos se disponían a entrar en combate. Pero cuando la situación estaba llegando a su momento más crítico, apareció por allí un apacible cisne que, al enterarse de la disputa, dijo:
—Calmaos todos, queridos compañeros. –Y dirigiéndose a los reyes, añadió–: No debéis en absoluto pelear, porque los dos tenéis razón. Desde vuestra perspectiva, los dos trabajáis de día.
 
  • REFLEXIÓN: Muchas relaciones se destruyen o deterioran porque los que las forman no saben tener una perspectiva más amplia. La estrechez de miras y el aferramiento a las propias opiniones dinamitan muchas relaciones. La terquedad, el apego a los puntos de vista y la tendencia a imponerlos generan innecesarias disputas.