20 de noviembre de 2014

EL LEÓN ENAMORADO

Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.
Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba.
Entonces ideó lo siguiente. Como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición: que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes.
 
  • REFLEXIÓN: Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban. Y además, has de aprender a reconocer tus cualidades y aptitudes, y sobre todo a valorarte a ti mismo, porque quien te quiera ha de quererte como eres realmente. Nunca trates de cambiar para agradar a otros.

6 de noviembre de 2014

LOS DOS HERMANOS

La historia cuenta que había dos hermanos que se querían con toda el alma. Ambos eran agricultores. Uno se casó y el otro permaneció soltero. Decidieron seguir repartiendo toda su cosecha a medias.
Una noche el soltero pensó:
«¡No es justo! Mi hermano tiene mujer e hijos y recibe la misma proporción de cosecha que yo que estoy solo. Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que él se de cuenta».
A su vez el hermano casado pensó también una noche:
«¡No es justo! Yo tengo mujer e hijos y mi futuro estará con ellos asegurado. A mi hermano, que está solo, ¿quién lo ayudará? Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que se dé cuenta».
Así lo hicieron ambos hermanos. Y... ¡oh, sorpresa!, ambos se encontraron en el camino, una misma noche, portando sacos de trigo uno para el otro. Se miraron, comprendieron lo que pasaba y se abrazaron con un abrazo de hermanos, aún más fuerte, y para siempre.
 
  • REFLEXIÓN: El afecto, el cariño, el amor hace que aumente sin límites nuestra generosidad y el pensar en los demás como lo más importante. Y si somos generosos, la vida nos duplica nuestra generosidad con el afecto y el cariño de los que nos rodean.