Un indio muy sabio se encontraba enseñando a su pequeño nieto una de las lecciones más importantes de la vida.
Le contó al pequeño niño la siguiente parábola:
—Existe una pelea dentro de cada uno de nosotros. Es una terrible pelea entre dos lobos -le dijo-. Un lobo es malo. Es furia, rabia, envidia, remordimiento, avaricia, arrogancia, autocompasión, resentimiento, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego. El segundo lobo es bueno. Es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, empatía, verdad, compasión y fe.
El nieto pensó sobre esto un momento. Entonces le preguntó al abuelo:
—¿Qué lobo ganará ésta pelea?
El abuelo indio simplemente respondió:
—El que tú alimentes.
Le contó al pequeño niño la siguiente parábola:
—Existe una pelea dentro de cada uno de nosotros. Es una terrible pelea entre dos lobos -le dijo-. Un lobo es malo. Es furia, rabia, envidia, remordimiento, avaricia, arrogancia, autocompasión, resentimiento, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego. El segundo lobo es bueno. Es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, empatía, verdad, compasión y fe.
El nieto pensó sobre esto un momento. Entonces le preguntó al abuelo:
—¿Qué lobo ganará ésta pelea?
El abuelo indio simplemente respondió:
—El que tú alimentes.
- REFLEXIÓN: Así es el alma humana, un lado bueno y otro malo... de nosotros depende que "alimentemos" nuestro lado oscuro o nuestro lado amable y positivo. Por esto, ten cuidado con la cara que muestras al mundo porque ella terminará forjando tu carácter.